Últimamente he estado probando la teoría de que las personas trabajamos mejor si nos tomamos unos minutos de descanso cada 90 minutos. Esto lo dice Tony Schwartz y lo he leído en varios blogs de consejos para la productividad. Aunque mi enfoque para lograr más efectividad en el día tiene que ver con fluir, como saben los lectores habituales de este blog (puedes leer algo de eso aquí), me pareció interesante probar el punto ya que estoy – como le dije ayer a mi amiga Bertha – un poco más «loca» que de costumbre con mis múltiples ocupaciones y sintiéndome menos productiva que de costumbre.

Schwartz asegura que: «El cuerpo humano está diseñado para el pulso. Para operar óptimamente, necesitamos renovar nuestra energía en intervalos de 90 minutos, no solo físicamente sino también mental y emocionalmente.»

Citando un trabajo de Nathan Kleitman sobre el descanso, el autor habla de cómo los intervalos de 90 minutos de trabajo por algunos minutos de «renovación» funcionan maravillosamente para incrementar la productividad. De hecho, propone que en menos tiempo se puede lograr más si respetamos estos ritmos que se originan por la noche y continúan durante el día. Tengo que decir que en mis momentos más productivos ha ocurrido algo así y hoy por hoy, me cuesta trabajo el tiempo ininterrumpido de pensamiento y creatividad. Quizás también debo decir que mis ideas de mayor calidad y permanencia han aparecido cuando estaba de vacaciones y tuvieron su primer hogar en la servilleta del restaurant o el cuaderno manchado de arena en la playa. Resulta que sí. Menos de 90 minutos y no «termino» una idea, no puedo dar continuidad a lo que hago y me siento estresada, en «overdrive», gastada al terminar. Más de 90 minutos y me dá justo lo que dice Schwartz: hambre, sueño o desesperación. Como indica Schwartz, tendemos a resolver estas sensaciones – que realmente señalan nuestra necesidad de descanso – con comida, café o adrenalina, en lugar de lo que realmente se requiere: descanso. Hay que salir a dar la vuelta, escuchar un poco de música, platicar con alguien. Me pregunto si los mismos ciclos funcionan para el esquema más macro: Cada 90 días tomar unos días de descanso, cada 90 meses (7 años y medio) un sabático.  Pues ya veremos.

¿Tú cómo haces para descansar durante el día de trabajo y cómo puedes fomentar mayor productividad en tu organización con la estrategia de los 90 minutos?

Enhanced by Zemanta
Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *