Mi esposa
fotografía de R Morell

Sí, también en el trabajo: la peor traición es a ti mismo. Piénsalo. Si crees que lo que «tienes que hacer» en el ámbito laboral no se reflejará en tu vida personal, estás profundamente equivocado. La ética que te mueve en las negociaciones profesionales es la misma que alimenta – o mata – tu espíritu. Es la misma que permeas a tus hijos, tus amistades y a la gente que te admira y respeta, tarde o temprano. Todos nos hemos visto muchas veces ante el dilema de hacer lo correcto o «ganar». Entre hacer lo que considero sano y lo que me está pidiendo la organización, el cliente, el mercado, el entorno.

Pregunta por ahí. No vale la pena perderse en el camino. Aunque ahora parezca que el mundo es de los que están dispuestos a sacrificarlo todo, hasta la propia ética, no es así. Considera que aunque el mundo fuera tuyo, no sería necesariamente un mundo en el que quisieras vivir. La postura ética y la defensa de lo correcto, lo sano, lo constructivo, no es una posición moral: es una estrategia sólida y sostenible en el tiempo.

Pero eso no es todo. Además sucede algo en tu interior cuando te mantienes fiel a tus principios. Algo sutil en un inicio pero inmensamente liberador a la larga. Tu energía personal, en lugar de estar invertida en sostener las mentiras, en cubrir las verguenzas y en «administrar» las relaciones, estará disponible para tus proyectos más queridos, para tus esfuerzos productivos. Para laborar. Y amar. Y compartir. Y crear. Y producir cosas, ideas y proyectos que valen la pena. Para ti y para otros.  ¿No es así como te gustaría vivir?

Cuando toco este tema (quizás hayas notado que me apasiona) nunca falta el que empieza a sentir una profunda tristeza. Una especie de sensación de vacío. Hay quienes sienten que ya se han hundido demasiado para salir y que no hay nada que hacer. Centran sus esfuerzos en no ser descubiertos o en buscar formas de justificar lo que han hecho ante sí mismos y los demás. En realidad, esta exploración no se trata de quedar bien con nadie, sino de escucharse a sí mismo y corregir el curso. Nunca es tarde. Lo hecho está hecho, pero todo pozo, por profundo que sea, que hayamos construído tiene una salida.

Lo que ocurre es que resulta abrumador quererlo resolver todo de una buena vez. En ocasiones se puede, pero no en la mayoría de los casos. La toma de conciencia puede ser dolorosa, pero lo será cada vez menos si empezamos a movernos en la dirección correcta. Espera la próxima vez y haz lo correcto. Observa cómo te sientes. Considera el efecto inmediato y el de largo plazo.  Busca formas creativas de operar que te acerquen a tu ideal, aunque sea un poco.

Los resultados pueden sorprenderte. Independientemente de lo que suceda fuera de ti, sentirás renovadas energías para todo lo que quieras hacer en lugar de esa tensión contínua que tántos compartimos. Mal de muchos, consuelo de tontos. ¿No crees?

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4 Replies to “La peor Traición”

  1. Me encantó, es un tema sobre el cual hemos platicado mucho y comparto tu visión. (y la foto :))

  2. Mone,

    Es un tema de verdad profundo. Lllevo unos días hablando con un amigo sobre la etica, la honradez y los Valores de 360°. En realidad debemos aplicarlos con TODAS las personas que tengamos tratos. «Hacer lo correcto» no necesariamente es agradable, sobre todo porque hay personas que lo ven como debilidad o ingnorancia, pero sin duda es el camino que, a la larga,mejores frutos da.

    Cuando haces lo correcto la sensación de paz es inmediata. Te inunda una sensación que no sabes por qué, pero es agradable. Puede ser que no tengas dinero en la bolsa, porque «perdiste» el GRAN negocio, pero la paz y tranquilidad, que te da una Conciencia tranquila, no la venden en ningún lado.

    Gran Post. Es un tema que a mi también me apasiona.

    Saludos,

    Eloy López.

  3. Es un tremendo dilema de nuestros tiempos sobre todo los que trabajan en empresas de consumo y en nuestro mundo capitalista que esta orientado en el «tener» no en el ser. ¿Pero que es hacer lo correcto? ¿Que es ganar? Bajo una ética utilitarista y cuando diriges a muchas personas es bastante complejo y no tan romántico.

  4. Muy cierto, Rodrigo…no solamente «no es romático» sino que la presión es mucha y dificulta las cosas. Tener la reflexión ANTES de verse en el dilema y tener en quién apoyarse para revisar opciones cuando aparece la dificultad, son buenas medidas preventivas. Finalmente, todo es más fácil de decir que de hacer. 🙂

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