Piénsalo. ¿Cuál es la última frontera para expander tu liderazgo? ¿Cómo puedes profundizarlo? ¿Ampliarlo? ¿Pensar en grande? ¿Actuar con intencionalidad? Desde donde estés, puedes ser líder, ya sea la cima de una organización, el corazón de un movimiento o tu rincón del mundo, siempre hay formas en las que puedes expander el liderazgo que tienes y acercarlo al punto de realmente hacer la diferencia que has querido crear a tu alrededor. Ya sea que descubras en ti a un líder nato, o que tengas que recordar cada día los pasos que requieres para asumir el liderazgo, siempre queda más por hacer. ¡Tal es la belleza del liderazgo y de la vida!
Aquellos que son fanáticos de la antigua serie de «Viaje a las Estrellas» (Star Trek), recordarán que se hablaba del espacio como la última frontera. Pero no es el vasto universo el que hay que conquistar primero. Hay suficiente terreno inexplorado mucho más cerca de casa. El espacio interior. Por extraño que parezca, la última frontera de un líder siempre yace dentro de sí mismo. Le toca a cada líder cuestionarse y a cada ser humano aprender que es necesario buscar en su espacio interior fortaleza, coraje, motivos, guía e intenciones. ¿Se dice fácil? Los más grandes líderes se distinguen de otros por la maestría que buscan en sí mismos día tras día.
A esa maestría de sí mismo se puede llegar por diversios caminos y, como sabrás por experiencia propia, es el viaje de toda una vida. Un viaje que cada líder necesita realizar y asegurarse cotidianamente de continuar en él. Como punto de partida, vale la pena establecer una práctica reflexiva consistente y clara. Muchos de nosotros tomamos los primeros momentos del día y los últimos para la reflexión y el diálogo interno. Últimamente, mis receptores de coaching y yo hemos estado afinando las preguntas que queremos hacernos a nosotros mismos. Les comparto una serie de tres preguntas que se pueden hacer en tres distintos momentos del día y que quizás te ayuden a mantenerte en el camino. Estas simples preguntas pueden despertar tu imaginación, dirigirte hacia adentro y darte posibilidades para que las compartas con otros. Quizás también quieras compartir aquí cómo reflexionas tú, para que podamos aprender de la interacción, de líder a líder.
Pregúntate por la mañana:
¿A dónde quiero llegar hoy?
¿Qué quiero aprender?
¿Qué retos/obstáculos estoy dispuesto a librar?
Pregúntate a mitad del día:
¿A dónde me estoy dirigiendo?
¿Qué estoy por aprender?
¿Cómo puedo librar mejor los retos/obstáculos que estoy enfrentando?
Pregúntate al final del día:
¿A dónde me dirigí hoy?
¿Qué elijo aprender?
¿Qué retos/obstáculos he dejado atrás hoy y cuáles dejaré para librarlos en otro día?
Como en aquel viejo relato en el cual las policías afanosamente buscan la evidencia del delito en cada rincón de la habitación, y no la encuentran pues la misma nunca estuvo escondida, sino allí mismo, al alcance de cualquiera que pusiera su atención en ella, así funcionan nuestros mecanismos internos, buscamos la grandeza en lo material, en los logros de los demás, y cerramos los ojos a descubrir y aceptar que la llevamos dentro de nosotros mismos… Excelente mi querida amiga, te felicito por tu escrito, muy acertadas las preguntas. Ya tienes mi comentario, un placer haberte visitado : )