En ocasiones me pregunto qué pensarán los que escriben los textos para las galletas de la fortuna. Quizás en que el enunciado sea cierto para muchos, o lo suficientemente vago para que encaje en diversas situaciones. El caso es que, resulta divertido descubrir esa sorpresa dentro. Especialmente porque los seres humanos estamos hechos para encontrarle un sentido a todo (o morir en el intento).

El de la foto es el mensaje de la galleta de la fortuna que me salió la semana pasada. Y en realidad, pues no hay forma de fallarle. Siempre hay muchas posibilidades al alcance. El truco radica, justamente, en aprovecharlas. Y más aún, en ser capaz de verlas. Como enseñamos en El Elemento Humano, el hecho de que no estés consciente de tus decisiones, no ocasiona que no decidas, solamente que lo hagas a nivel inconsciente. Así que, si queremos aprovechar las posibilidades y que éstas estén a nuestro alcance hay que aprender a reconocerlas cuando aparecen.

Y para eso, nada mejor que saber qué quieres, qué estás buscando, cómo quieres estar. Sin eso, no puedes evaluar las posibilidades a la mano, porque ¿cuál sería el parámetro? Me acordé del buen amigo Eloy López Jaimes que cuando le preguntan cuál es el mejor seguro para tal o cual cosa, siempre contesta que «depende» de lo que quieres. ¡Y tiene mucha razón!

Para tener más posibilidades al alcance, será importante considerar:

Que entre más te conozcas, más claro estará lo que quieres. Para esto sí hay oportunidades siempre. No solamente porque siempre estás contigo, sino porque observar tus propias reacciones, verte reflejado en otros, comprender lo que te mueve es una aventura contínua en la vida. No hay nada más enriquecedor que conocerte.

Entre más abierto seas son las personas, más posibilidades. La apertura para hablar y escuchar genera relaciones más profundas y reales con las personas. Así, se atreven a decirte cómo te ven, revelando las partes de ti que no son evidentes. Y la comunicación en todas direcciones amplía tu círculo de acción, generando posibilidades en conjunto.

La imaginación es el mejor aliado de la posibilidad. Hemos privilegiado tánto la razón que olvidamos el poder de la imaginación. Y en realidad, hay que imaginar para innovar, para ampliar lo que es y convertirlo en lo que puede ser. Entre más ejercites la imaginación, más fácil será seguir usándola.

Hay que persistir para ver frutos. Una vez que descubres lo que quieres, te allegas de otros para entender mejor y apoyarte e imaginas lo que quieres construir, es necesario persistir durante el tiempo necesario. Si tu visión es lo suficientemente grande, no se dará de inmediato. Pero mantenerte en el camino dará tiempo a que aparezcan nuevas posibilidades. El compromiso con algo – o alguien – genera posibilidades distintas. Cuando has escogido estar con una persona, por ejemplo, te dedicas a entenderla mejor, a adaptarse juntos, a buscar formas de relacionarte que sean ricas para ambos. Si el compromiso no existe, difícilmente verás más allá del primer disgusto.

Así que, seguramente sí tengo muchas posibilidades al alcance y me dedicaré con entusiasmo a descubrirlas y aprovecharlas. Pero creo que, en este caso como en muchos otros, la fortuna se aplica a mi y a todos los que pudieran leer el mensaje de la galleta. ¿Cómo ves? ¿Se aplica también a ti?

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